Dicho así, parece una improvisación, algo que fue hecho a “ciegas” y semejante afirmación está muy lejos de ser real. La utopía no implica falta de planes, los sueños para volverse concretos necesitan de etapas, de una suma de obras pequeñas. Así construimos EPIlogo, un grupo de no más de quince adolescentes y tres adultos jóvenes que acompañamos la tarea.
Con sólo repasar algunos datos, lo hecho nos va a demostrar largamente superada esa utopía de los inicios: más de 8.500 lectores o internautas que visitaron el sitio, en siete meses, dos ediciones escritas de la revi, con tiradas de 200 y 300 ejemplares, respectivamente. Presentación de la publicación en La Plata y Mar del Plata (fiesta incluida), notas con medios locales y nacionales, reportajes a personajes públicos y aquellos que hacen demasiado pero no son reconocidos, investigaciones, espacio para la cultura, para la ecología, para los deportes juveniles.
Ahora bien, quedarse en este sueño y no tener miras de futuro sería abandonarse a una evolución que deseamos, sería apostar a una "fija" de la utopía cumplida, a una opción facilista que nos deje cómodos pero sin nuevos instintos de búsqueda. La mediocridad no puede ni debe ser cultivada, por ello, esperamos un 2008 con eternas novedades, metas que iremos cumpliendo sin prisas pero sin pausas: corresponsales en ocho ciudades del país, cinco secciones nuevas y el rediseño de los clásicos, diseño propio de tapas y logo, nuevas ediciones en papel e incorporación de EPIlogo en otro medio de comunicación. Además, el festejo del año y los 10.000 visitantes, se viene con todo.
Perdón por los errores, todos fueron fruto de los intentos y los esfuerzos, gracias a los que supieron colaborar de una manera u otra, en especial nuestras familias, a las que les recortamos tiempos. Levantamos las copas por los jóvenes, porque entre tanta mugre social, tanta mala calaña, ellos son los únicos que pueden salvarnos de la mirada esquiva y distorsionada que tienen muchos adultos.
Los Coordinadores
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