Editorial

Cómo se puede festejar el primer número de contenido de EPILOGO, cuando se han conmemorado el décimo sexto aniversario del atentado a la AMIA y se homenajeará, este 24 de Marzo, el trigésimo segundo del golpe militar. Nos queda pensar que el nuevo año será el punto de partida para tratar de hacer un Periodismo Social y de compromiso, sin caer en la hipocresía generalizada.

Gracias a los íconos de un Periodismo que fue tildado por los “tradicionalistas” de “maldito” (Walsh, Soriano, Bayer), hemos aprendido una vía de comunicar que se aleja de los intereses comerciales, la frivolidad y la objetividad periodística que te quieren introducir con los diferentes manuales de la profesión.

Seguramente en unos días se hablará sobre un aniversario más del golpe, olvidando a esas época macabras, pero EPILOGO tiene el privilegio de publicar un testimonio de una persona que sufrió a los genocidas en carne propia, la mirada de una adolescente sobre esa etapa y la reflexión de un sindicalista comprometido que accionó durante ese período aciago.
Por otro lado, la crisis desatada por el gobierno de facto y los neoliberales produjeron el empobrecimiento de los sectores públicos y el crecimiento del sector privado en ramas como la medicina. Cuando todo parece ser que los hospitales entran a la sala de emergencias, el nivel humano y profesional sale a cubrir ese déficit, salvando vidas y haciendo cosas inéditas en el mundo. “Despierta la ciudad” logró introducirse en el seno del Hospital General Interzonal de Agudos de la ciudad de Mar del Plata.

A nivel internacional el terrorismo de Estado sigue existiendo, las torturas no son parte del pasado y lo siniestro del hombre sale a la luz cuando vemos que “Jorge W.” (Bush) veta una ley “antitortura”, siempre alzando las banderas de la paz. Casi al mismo tiempo, renegamos de las raíces que nos atan a esta tierra, pero EPILOGO, rescata en su lucha la figura de hombres que le pusieron la carne de sus “lomos” a la Patria.

Pintadas de humor de un acto escolar, dosis de realidad con un agua escasa o putrefacta, muestras de arte alternativas de un tal Ceferino Reyes o el pedaleo constante de Juan Curuchet, son componentes del número que inaugura la temporada.

Apostamos mucho y trabajamos más para contar otra realidad, distinta a la que nos rodea desde la imposición, pero que no deje de convertirse en fiel reflejo de circunstancias sin publicidad. Recién al final de esta presentación, logramos responder a las preguntas que nos hicimos al comienzo: con el compromiso de la democracia, la verdad y la memoria.

La Dirección.