En épocas de vacaciones, todo parece cambiar. Las personas renuevan sus energías para encarar la última etapa del año. Algunos pueden viajar, otros descansar y los que trabajan están más tranquilos, sin depender de terceros.
Toda esa calma inconsciente que se especula, termina en un ritmo vertiginoso por la desaceleración de la alienación del sistema. Lo que parecía tranquilo, ya no lo es tanto. Con los medios pasa algo parecido, EPILOGO caminó por un terreno extraño.
Cuando en las vacaciones se proyectaban las metas a cumplir se presentó un viaje, San Luis. Uno de esos que aparecen de casualidad y que no se debe desaprovechar.
En los tres días que duró esa “aventura del hombre”, la Revista logró transgredir un abanico de limitaciones. Se traspasó las fronteras de la Provincia de Buenos Aires para llegar hasta la periférica de San Luis capital.
Allí se consiguió gran parte del contenido de este número: nota al GEPU, un club más sin apoyo de un Estado provincial; un artículo sobre las elecciones de la Federación Universitaria Argentina y un informe sobre la ciudad Cuyana.
Por primera vez, EPILOGO, logró llenar sus secciones con problemáticas de lugares lejanos. Conflictos que los medios de comunicación, no difunden.
El viaje, permitió entender la realidad de una de las provincias de nuestro país y pudimos comprobar que cada persona es una gran fuente de información, que espera por ser descubierta, explorada y entendida. La gente tiene muchas cosas por decir y EPILOGO por hacer de nexo con el resto de los integrantes de la Comunidad.
sábado, 26 de julio de 2008
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