¡Dale EPILOGO Dale! Editorial del 20'

Más de un año y medio llevamos levantándonos todos los “malditos y queridos” sábados, antes de la nueve; algunos con pocas horas de sueño, otros con ninguna. Unos, con tantas horas de trabajo semanales, los demás, con miles de minutos de estudio. Lagañas, ojeras, capuchinos bien cargados, mates lavados, algunas galletas y sillas que nunca nos alcanzan.

De dieciséis a treinta, todas las edades; pimpollos, gruñones, glotones, ácidos, punzantes, tierno y cariñosos, todos los perfiles. De izquierda, peronistas, independientes y apolíticos, pero con respeto por la opinión de los demás. Los que tienen una “pelota por cabeza”, artistas, preocupados por el mundo, “colifas” y atorrantes, pichones de grandes periodistas.

La Escuela 4, tan querida, abraza todos los esfuerzos, sensatez y sentimientos, juegos que despiertan vocación, profesión de comunicador que se desanda en la práctica: carnet, fotos, crónicas, artículos de opinión y literarios, críticas y la radio. Más revistas escritas, otros viajes y el futuro libro; anhelos, metas que nos proponemos siempre, para seguir sintiéndonos vivos, en constante crecimiento, como desde el primer número, ese 12 de Mayo.

Paciencia, cuanta…de los más grandes, y cuanta…de los más chicos para “bancarnos”, conciencia de haber logrado tanto, insatisfacción, bien entendida, por lo que todavía queremos hacer. Los “fulbitos” del patio, el teatro desopilante, cada jornada, cada sábado, cada idea estrafalaria (el hombre medialuna), cada imagen (la “peque” montada en su camioneta”), cada centímetro de esfuerzo para dejar la Escuela linda…demasiado para pintarlo en breves líneas.

Señores… esto es… eso es… EPILOGO, una suma de veinte voluntades que hoy llega al mismo número de publicaciones, con el aliciente de las 13.000 visitas que acabamos de cumplir y la lluvia de comentarios en cada edición. Se vienen nuevos proyectos, nos profesionalizamos sin perder nuestro costado “hippie”, eternos soñadores que siempre nos embarcamos en vuelos abstractos para verlos cumplidos.

Gracias lectores de las mil y una noches internautas, de los trabajos ojeando la pantalla a escondidas, de los rivales y los odiosos de turno que critican sin construcción, de las familias que repiquetean en las visitas. Gracias chicos de EPI por darnos este sueño, fruto de un “putísimo” esfuerzo de tanto tiempo, de la parición que engendramos con el “Negro” en tardes de divagues y duras penas; y apadrino, tiempo después, Dieguito. Es de todos… la queremos… y sigue para adelante.

Qué 20 años no es nada… y 20 ediciones son un “pedazo de Periodismo” hecho por jóvenes que saben vencer cualquier tipo de interpretaciones.